Degenerados

Sumergirse en las profundidades de Reddit era uno de los pasatiempos favoritos de Nito. Se podía llevar horas y horas leyendo, hilando un foro con otro y clicando flechas arriba y abajo. Pero, lo que más le gustaba era dar con algún usuario interesante para chatear con él. Aunque, en el caso de Nito, las palabras “encontrar una presa con la que divertirse” resultaban más adecuadas.

Aquella noche, por casualidad, encontró la comunidad “MFGA”, las siglas de “Make France Great Again”. Era perfecto. No presumió mucha materia gris ni a su creador ni a los seguidores, como atestiguaba ese título tan poco original, así que decidió intentarlo.

Tampoco le pareció original el “nick” de uno de los usuarios más activos, “White Soldier”. Leyó por encima algunos de sus mensajes y le sirvió de gancho uno de los últimos. “La iglesia anglicana ha adoptado el género neutro para designar a Dios. ¡Qué vergüenza y qué asco!”, decía. Decidió enviarle un mensaje privado:

—Dios no es hombre ni mujer. ¿Qué problema hay en referirse a él con un género neutro?

Casi votó de la alegría en su silla, delante del escritorio, cuando comprobó que había un punto rojo en el icono de los mensajes.

—Todo esto está forzado por la dictadura del género. ¡Dios, perdónalos, porque no saben lo que hacen!

Nito tuvo que esforzarse para no hacer una primera incursión hacia su entrepierna, aunque ya notaba cómo se le endurecía el miembro bajo su pantalón de chándal. En lugar de comenzar él solo, escribió.

—Ya. Intuyo que no te gustan ni las feministas ni los miembros del colectivo LGTBI, ¿verdad?

—A las zorras a las que tanto les gusta despelotarse no me las tomaré en serio hasta que no se manifiesten en Pakistán. De los maricones no tengo nada en contra, pero que no se casen ni formen familia.

Nito sabía que, a partir de aquí, debía ser cuidadoso para no espantarlo. Confrontarlo, pero déjandole espacio para que tomara confianza.

—Yo soy gay, ¿sabes? Me ofendes —escribió.

—Acuéstate con quien quieras, pero la familia es como es. Y punto.

—¿Qué problema hay en que el concepto de familia se flexibilice?

—No es lo natural. Los niños deben tener los referentes tradicionales.

—¿Tienes hijos?

—No. Pero eso no me quita derecho a opinar, ¿no?

—No, claro. Lo que yo creo que necesitan los niños es hacer cinco comidas al día, tener techo y todo el amor de sus adultos responsables.

—Sí, ya, pero me remito a los textos sagrados, que son los que creo que mejor velan por la moral de las personas y de la sociedad. Son textos divinos, no escritos por ningún hombre imperfecto. Y el matrimonio que se acepta es el de hombre y mujer.

—¿A ti te criaron con amor, White Soldier?

—¿A qué viene esa pregunta?

—Estamos hablando, ¿no? Me está interesando la conversación, eres un chico interesante.

—Mis padres están divorciados. Contravinieron la ley de Dios.

—¡Vaya, hombre! Lo siento. Tendrían sus motivos. Seguro que hicieron lo mejor para ti.

—Ya. Lo dudo, pero bueno…

—¿Por qué? Habla, te leo atentamente. Desahógate, como si hablaras con un amigo.

—Mi padre se fue con otra mujer. Una más joven.

—¡Oh! ¡Lo siento!

Nito no se dejó seducir por la tentación de decirle lo mucho que eso contravenía sus argumentos de mujer-hombre como única base válida para la crianza de un hijo. Iba bien. Continuó mostrándose empático y haciendo las preguntas justas. White Soldier había ganado confianza y eso le haría tener la guardia baja, así que, cuando vio que era el momento, movió ficha.

—Oye, y, por curiosidad, ¿tienes pareja? ¿Alguien con quien puedas hablar de estas cosas? Personalmente, digo. Conmigo puedes hablar lo que quieras, pero claro, no estoy ahí.

—No, no tengo novia ahora mismo.

—¿Y novio?

—¡Noooo!

—Pues tú y yo podríamos llevarnos muy bien. Se ve que hay química entre nosotros. ¿Qué edad tienes? Por curiosidad.

—Tengo 23 años. Pero, tío, corta el rollo. Deja eso para tus putos amiguitos.

—Lo digo en serio, me caes muy bien. Me gusta hablar con gente que piensa diferente, hay que contraponer opiniones, me enriquece. Y tú eres muy interesante y tienes las ideas muy claras.

—Gracias.

—¿Entonces? ¿Te tomarías algo conmigo?

—No sé, supongo.

—Seguro que te molaría que te metiera mano por debajo de la mesa y te pusiera la polla dura. ¡No, no, tranquilo, estoy de coña!

—Qué asco, tío.

—Vale. ¿Pero café sí?

—Sí, supongo. Mientras no te pases… Yo tengo amigos gais.

—Genial. Te paso el enlace de un bar virtual, ¿vale? Ya verás, te gustará el sitio.

White Soldier no respondió, pero Nito abrió videollamada en otra aplicación y envío el enlace al chat del foro. Activó la cámara de su portátil, se puso de pie, se bajó el chándal y la ropa interior y comenzó a tocarse la polla. Se le había puesto dura pensando en la reacción de aquel cachorrito ultra, que entró en la plataforma unos minutos después, sin cámara y sin audio.

Lo que se encontró fue una masturbación en primer plano. Enseguida comenzó a escribir en el chat.

—¿Qué haces, hijo de la gran puta? ¡Qué asco, pervertido! ¡Bujarra de mierda!

—Sí, sigue, por favor, me pone mucho el sexo sucio. ¡Oh! ¡Mira cómo me has puesto! —dijo Nito, que sí tenía el audio activado.

—¡Qué puto depravado eres, asqueroso! ¡Cerdo!

—¡Sí, sí, así! ¿Te gusta cómo me toco para ti?

—¿Cómo me va a gustar? ¿Te crees que soy un maricón de mierda, como tú, cerdo?

—Oh, sí, ¡cómo me pones! Sigue, sigue.

—¡Y qué asco de polla tienes, tan fea y tan pequeña! ¡Con eso no se la metes ni a un chihuahua, perro!

—Pues yo creo que en tu boca o en tu culo se vería genial.

—¡Tu puta madre, cerdo asqueroso!

—¡Oh, sí, sí! Me corro, me corro ya, ¡ah, ah!

A Nito le dio tiempo a girarse para apuntar a la cámara con su arma, justo antes de disparar. Aquella noche le salió bien el tiro y logró salpicar la lente con un churretón de su lefa blancuzca y pegajosa. No siempre le salía, pero eso sumaba puntos. Antes de limpiar la pantalla y el teclado, desconectó la videollamada y cerró el navegador. Era hora de irse a la cama, ya satisfecho.

White Soldier volvió a entrar en Reddit la noche siguiente, a la misma hora. No tuvo que ser Nito el que enviara el primer mensaje directo.

—¡Perro degenerado! Te he denunciado a la plataforma, ¿sabes, hijo de puta?

—¡Vaya! Entonces me cerrarán la cuenta. Déjame invitarte a un último batidito, por favor.

White Soldier no respondió, y Nito procedió como la noche anterior: envió enlace, se puso de pie y lo esperó desnudo. Pero lo que se encontró no fue un fondo negro, como la noche anterior, sino un cuerpo de perfil del que sobresalía una polla tiesa, empuñada por una mano juguetona.

—Hoy te doy por el culo yo a ti, perro.