¿Qué es el voyerismo? De cuando dos chicos se masturban viendo a Sole en plena acción

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En el capítulo 6 de Las rosas de Abril, Lola ve a dos personas en pleno calentón a través de las cámaras del hotel. Si no llega a excitarla en el momento, la escena sí que despierta sus fantasías después, sobre todo a raíz de que un desconocido la invite a una copa que ella rechaza.

Más gráfico aún es el capítulo 29, en el que Sole visita un establecimiento liberal. Acaba siendo observada por dos chicos que se masturban mientras la observan mantener relaciones con Nando.

Recreé ambas escenas por introducir variedad, por el morbo y por profundizar en la personalidad de los personajes, a través de sus reacciones. Pero me llevaron a hacerme preguntas como qué es el voyerismo o voyeurismo, qué significado le da psicología, si los voyeristas tienen características comunes o si se considera trastorno o delito. ¡Quiero compartir lo que descubrí!

Qué es voyerismo

El concepto hace referencia a la excitación sexual que produce la observación de personas desnudas o que realizan alguna actividad sexual, sin que estas tengan conocimiento o hayan consentido. Viene del término “voyeur”, del francés “voir” (ver), aunque la RAE acepta las formas castellanizadas “voyerista” y “voyerismo”.

Como explica la psicóloga sanitaria y sexóloga Isabel Rovira en el medio especializado Psicología y Mente, es en la falta de conocimiento y consentimiento donde está la principal diferencia con respecto a la mera contemplación del cuerpo desnudo.

Ejemplos de voyerismo: qué es y qué no es

Atendiendo a lo anterior, no toda contemplación del cuerpo desnudo ni de personas manteniendo relaciones se puede considerar voyerismo, en términos de psicología clínica.

Nuestra Lola observó la escena subidita de tono entre un chico y un chica de manera fortuita, eso para empezar. La intención de grabar lo que pasa en el hotel es vigilar, lógicamente, nada más allá. Aunque al final del capítulo ella sugiere que presenciar aquel episodio pudo despertarle alguna fantasía (unido a la solicitud de tomar algo de un desconocido), está lejos de ser considerada voyerista.

Nos quedamos en el mundo de la hotelería para poner un ejemplo de lo que sí se puede considerar voyerismo. Es el caso de este hombre, un empresario estadounidense que confesó haber comprado un motel en Colorado solo para satisfacer sus deseos. El alojamiento tenía 21 habitaciones, y él se dedicaba a espiar a través de rejillas de ventilación falsas.

Preguntas frecuentes sobre el voyerismo

Ante la actividad del voyerista, o voyerismo, surgen dudas comunes que trato de despejar a continuación.

¿Cuáles son los causas?

La Sociedad Española de Medicina Interna indica que el voyerismo es más habitual en hombres. Pueden ser personas que recibieron una educación muy estricta durante la infancia y tuvieron problemas para iniciar o mantener relaciones de pareja en la adolescencia. En algunos casos, puede que fueran agredidos sexualmente. También es posible que tengan niveles altos de testosterona.

Se apunta como posibilidad, pero puede que no haya una única causa, no sea específica o no tenga nada que ver con lo que he citado.

¿Tiene síntomas?

Es común que un voyerista observe la escena sexual a distancia o a escondidas, bien a través de rendijas o recovecos, o bien utilizando medios como cámaras espía para grabar la imagen y verlas después. Es un patrón habitual.

La excitación sexual puede llevar a la masturbación ocasionalmente, pero no se considera esencial para que una persona sea considerada voyerista. En el caso de que sí haya actividad masturbatoria, puede que el riesgo de ser descubierto potencie la excitación sexual.

Con frecuencia, los voyeristas tienen también tendencias exhibicionistas: disfrutan mostrando su cuerpo desnudo o semidesnudo y es algo que, como el hecho de mirar, se considera compulsivo.

Como explica Isabel Rovira en el mencionado artículo de Psicología y Mente, hay otras señales que se pueden considerar síntomas: aumento de la sudoración y el ritmo cardíaco ante la aparición de estímulos, antes y durante el comportamiento sexual. Después del acto, desaparecen.

¿Se puede hacer un diagnóstico?

El psiquiatra José Carlos Fuertes explica que se puede elaborar un diagnóstico en estas circunstancias:

  • Cuando el paciente se ha excitado de forma repetida e intensa observando a personas desnudas, que se desvisten o que mantienen relaciones sexuales, sin su consentimiento.

  • Cuando las fantasías, impulsos y comportamientos causan angustia o influyen en el comportamiento, hasta el punto de menoscabar sus actividades cotidianas: trabajo, situaciones sociales…

Es habitual que se haga un diagnóstico una vez que la persona voyerista infringe la ley.

¿Tiene tratamiento?

Sí. Generalmente, se empezará con terapia, asistencia a grupos de apoyo y un tratamiento de inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS).

Si lo anterior resulta ineficaz, y/o el trastorno es grave, se pueden usar medicamentos que reducen los niveles de testosterona y, por extensión, la libido. Hablamos de agonistas de la hormona liberadora de la gonadotropina (GnRH) o el acetato de medroxiprogesterona de depósito.

¿El voyerismo es delito?

Observar o grabar a alguien sin su consentimiento se puede considerar un delito contra la intimidad y, tras el juicio de rigor, la persona puede ser condenada. Fue lo que le ocurrió a un hombre que grabó a sus compañeras con cámara oculta en los aseos de un centro de trabajo en Olivenza (Badajoz).

El hombre fue condenado a 36 meses de multa con una cuota diaria de cinco euros, en concepto de responsabilidad civil. Además, tuvo que indemnizar a 24 agredidas con cantidades entre 3.000 y 5.000 euros, en su mayoría.

¿Es un trastorno?

Hay corrientes psicoanalíticas que afirman que los seres humanos sentimos pulsión escópica, lo que quiere decir que tenemos la necesidad de mirar y disfrutamos con ello. Y sí, podemos sentir excitación sexual, momento en que se podría hablar de voyerismo. Pero no todas las prácticas voyeristas son patológicas.

Muchas de las personas con tendencias voyeristas no llegan a sufrir un trastorno. Para que este se dé, decíamos, debe hablar malestar clínico significativo, deterioro funcional y/o daño a terceros, ya que no existe conocimiento ni consentimiento. Además, la psicóloga Isabel Rovira añade algo: el comportamiento debe darse durante más de seis meses, y no ser algo puntual.

En cualquier caso, cabe mencionar que, aunque llegue a considerarse trastorno tras un diagnóstico clínico, no será un atenuante de delito contra la intimidad. El Tribunal Supremo considera que padecerlo no limita de manera significativa la capacidad de actuar y autocontrolarse.

Conclusiones

Pecado, enfermedad mental, trastorno… Muchas veces, las prácticas parafílicas se catalogan bajo prejuicios, sin llegar a ser ni algo digno de tratamiento clínico ni trastorno.

Las claves son dos: la disfunción y el daño a terceros/as. Ver a tu pareja desnudarse, y excitarte con ello o incluso masturbarte, se podría considerar una práctica voyerista fuera del campo clínico. Ver a dos personas manteniendo relaciones a través de un cristal en un espacio liberal o local para swingers, también.

En ninguno de esos ejemplos se estaría haciendo nada malo si se cuenta con el consentimiento de todas las personas implicadas, y si ese deseo no se convierte en un impulso que llegue a interferir en las actividades de tu día a día.

Bibliografía

-Fuertes, J.C. Voyeurismo (Escoptofilia). En https://www.josecarlosfuertes.com/tratamiento-voyeurismo-escoptofilia/

-Pais, A. (2016). El voyerista que durante décadas espió la vida sexual de los huéspedes de su motel. BBC Mundo. En https://www.bbc.com/mundo/noticias/2016/04/160415_sociedad_gay_talese_motel_voyeurista_ap

-Redacción de El Derecho (2017). No cabe aplicar el “voyeurismo” como atenuante. En https://elderecho.com/no-cabe-aplicar-el-voyeurismo-como-atenuante

-Redacción del diario Expansión (2017). Cárcel para un hombre por grabar a compañeras de trabajo en los aseos. En https://www.expansion.com/juridico/sentencias/2017/11/22/5a159b35e5fdeae1118b45ba.html

-Rovira, I. (2017). Voyeurismo: ¿conducta, parafilia o trastorno? Psicología y Mente. En https://psicologiaymente.com/clinica/voyeurismo

-Sociedad Española de Medicina Interna. Voyeurismo. En https://www.fesemi.org/informacion-pacientes/conozca-mejor-su-enfermedad/voyeurismo